Españoles en la Legión Extranjera Francesa
La Legión Extranjera encierra elmisterio, aún no desvelado, de su consideración unánime de cuerpo militar deélite, de probada eficacia, con una amalgama de más de ciento treintanacionalidades diferentes entre sus miembros. El secreto puede residir, paradójicamente,en esa enorme riqueza humana, integradaen la tradición, costumbres y disciplina del Ejército francés; la mezcla culturalfunciona perfectamente en el plano militar con rigor y disciplina dura. Ahíreside su atractivo en pleno siglo XXI, lo que ocasiona actualmente talafluencia de candidatos que solamente uno de cada nueve postulantes puede ser aceptadoentre sus filas.
Y tal fascinación así ha sidodesde que se fundara en 1831; doscientos años en los que ha superado todas lascrisis de Francia, permaneciendo como una de las punta de lanza de su ejército,algo que no ha hecho sino acrecentar su interés por los expertos en defensa, aménde la de los literatos, como fuenteinagotable de aventuras y experiencias humanas asombrosas.
Los españoles han formado partede forma destacable de esta instituciónmilitar por su número y la significación personal de algunos de nuestroscompatriotas. Muchas de sus biografías son un ejemplo del espíritu de lucha y superación ante la adversidad yéstas se recogen en el libro de Joaquín Mañes “Españoles en la LegiónExtranjera Francesa.” El libro es un recorrido completo de la historia de lainstitución militar, desde 1831 hasta 2007, en el que se van intercalando, entrela crónicas de las guerras y campañas miliares, biografías de españoles quemerecen ser destacadas por lo sorprendente, peculiar o heroico de susrecorridos vitales.
Desde su propia fundación, uno delos batallones de la Legión Extranjera, el 4º, estuvo compuesto exclusivamente porespañoles, antes de que se llevara a cabo la mezcla de nacionalidades en todassus unidades en 1835, participando con bravura en la conquista francesa deArgelia en 1832. Todos los españoles alistados en ese primer periodo eraexiliados liberales que, tras el periodo liberal de 1821-1823, tuvieron querefugiarse en el país vecino ante la nueva imposición del régimenabsolutista de Fernando VII en supostrera década ominosa, hasta 1833.
Durante la Primera GuerraCarlista, Francia cedió la Legión Extranjera a Isabel II, dándose la paradojaque esta notable Institución militar, bajo la denominación de División Auxiliarfrancesa, estuvo al servicio del Reinode España hasta 1839. La derrota de los carlistas hizo que un joven teniente deDon Carlos cruzara la frontera y se alistara en la Legión Extranjera con elgrado de teniente, alcanzando el grado de coronel en el Cuerpo para terminar lograndoel generalato en el Ejército francés: era el coronel Martínez, una leyenda vivaen aquel entonces dentro de la Legión Extranjera de mediados del siglo XIX.
Fueron muchos los carlistas quese alistaron en la Legión Extranjera en aquella época para terminar combatiendocon valor en la Guerra de Crimea, ese fue el caso del sargento Olivera, ex capitán de caballería enel Ejército español, condecorado por su valentía y arrojo. Pero el combate porantonomasia que representa y resume todas las virtudes de la Legión Extranjera,y se conmemora con devoción por los legionarios, es el combate que tuvo lugaren Camerone (Camarón de Tejada), México,el 30 de abril de 1863. Y uno de los sesenta y cinco heroicos legionarios de lacompañía del capitán Danjou que resistióel asedio en una hacienda durante todo un día, contra más de dos mil mejicanos,era español, Alonso Bernardo. Esta gestamilitar dio lugar al primer libro del autor, “El mito de Camerone.”
En el periodo de la conquista delsur de Argelia, a principios del siglo XX, tuvo lugar en los confines deldesierto argelino otro combate que fue ejemplo de las virtudes legionarias, elcombate de El Moungar, el 2 de septiembre de 1903, donde peleó con valentía yfue recompensado por ello el cabo Montes, un andaluz.
Durante la Primera Guerra Mundialse produjo una afluencia muy estimable, sin ser masiva, de españoles en lasfilas de la Legión Extranjera, intentado los nacionalistas catalanes interpretar esta circunstancia como uncompromiso de Cataluña con la causa aliada,a diferencia del resto de España que se decantaba más por el bando germano. Ellegionario más condecorado fue un español, el cabo Andrés Arocas, que en Españahabía trabajado como peón agrícola.
Cuando sí se provocó unalistamiento masivo de españoles fue en 1939, todos exiliados de la Repúblicatras la conquista de Cataluña pro las fuerzas de Franco en febrero de ese año.Para la Legión Extranjera fue un revulsivo absoluto, y el recelo inicial quese despertó entre sus mandos por esaafluencia de “rojos” entre su filas, hombres que había sido más milicianos quemilitares en la extinta Segunda República Española se transformó, en el devenirde la Segunda Guerra Mundial, en admiración.
El que fuera almirante de la flotade la República, el sevillano Miguel Buiza Fernández Palacios se alistó en laLegión para combatir contra la Alemania nazi, obteniendo desde su ingreso el grado decapitán, un caso casi único en el Cuerpo, para convertirse en 1947 en Moises Blum, gracias a un pasaporte falso de judío apátrida para asícapitanear un mercante de judíos condestino a Israel, donde fue apresado por los ingleses y confinado en un campode concentración cerca de Haifa.
Con la Legión de Vichy o con lade la Francia Libre de De Gaulle, los españoles estuvieron en todos los frentes, Noruega ( Narvik), Eritrea, Siria,el Norte de África, Italia, Francia yAlemania, pasando por el Senegal y Córcega. También los hubo que lucharon contra los japoneses enIndochina, como Roberto Pujol. Testimonio de aquella época fue una trilogía delescritor y legionario Serapio Iniesta, ex oficial de información del Ejércitode la Republica; en este texto también serecogen muchos testimonios de aquellos españoles que lucharon con los Aliados.
En el conflicto de Indochinatambién hubo españoles, como Manolo Santana, que terminó de anticuario de obrasde arte en el norte de Tailandia, o José Pinar Rey, empresario de éxito en lacapital de ese estado, Bangkok, con un negocio de raticidas; o montando unhospital en la capital de Camboya, en sociedad con la familia real camboyana deSihanuk, como fue el caso del médico catalán y ex suboficial de la LegiónExtranjera, Carlos Ripoll.
Durante la guerra de Argelia, elcontingente español fue considerable aunque la Legión seguía siendo, por nacionalidades, mayoritariamente alemana. En el combate de Beni Smir, otraversión contemporánea de Camerone, el jefe de la unidad legionaria que resistióhasta su rescate fue el sargento Manuel Sánchez Iglesias. También destacaron enaquel periodo el capitán Izquierdo, de los paracaidistas de la Legión, y elvasco de Oyarzun, Manuel Gómez Urtizberea.
Actualmente apenas quedanespañoles en la Legión Extranjera, casi algo más de una cincuentena; muchos de ellos suboficiales veteranos degran experiencia en cuestiones de defensa, como Carlos Díez y Acosta, olicenciados en Historia durante su vida legionaria, como el suboficial EmilioCondado Madera. Muchas historias de hombres dentro de esta historia…